La movilización por el clima organizada por tres erasmus congrega a cientos de estudiantes para manifestarse contra el aumento de las temperaturas
La marcha 15-M no ha hecho más que empezar
Angelica Venturini: "Ahora sé cómo actuar porque tengo concienciación"
Los manifestantes exhiben sus pancartas a las puertas del consistorio |
Murcia
Hace ya 30 semanas que la activista Greta Thunberg plantó la semilla que quiere convertirse -y se convertirá- en el árbol que nos resguarde dentro de no mucho tiempo. El movimiento #FridaysForFuture, iniciado por la joven sueca el pasado agosto enfrente del Parlamento de su país exige a cada uno de los gobiernos que cumplan con el Acuerdo de París y frenen el aumento medio mundial de las temperaturas a causa del vertido de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
En los últimos 50 años, desde cuando se tienen datos fiables, la temperatura ha aumentado 0.8 ºC en todo el planeta, según datos del Observatorio de la Sostenibilidad. En España, doblamos esa tendencia hasta los 1.6 ºC de subida, aunque de manera desigual: +3.6 ºC en Ciudad Real, 2.9 ºC en Cuenca, 2.4 ºC en Madrid, 2.3 ºC en Castellón y Granada, 2.1 ºC en Zaragoza... Las consecuencias de este aumento globalizado son innumerables: deshielo de los Polos, extinción de muchas especies y de insectos polinizadores, sequías, mayores incendios, guerras por controlar los recursos hídricos y alimentarios...
Thunberg prendió la mecha, y la llama se está propagando con velocidad. Millones de estudiantes de ESO, bachillerato y universidad salieron este viernes a la calle en concentraciones convocadas en más de 50 ciudades españolas y miles alrededor del mundo para que los gobiernos planteen de una vez medidas concretas y reviertan una situación que se está tornando insostenible.
Murcia no fue una excepción. No debía serlo porque es la séptima ciudad de España donde más han subido las temperaturas, empatada con Girona, Palma de Mallorca o Alicante. Aquí, centenares de estudiantes salimos a la calle para protestar ante el Ayuntamiento por un futuro que se nos escapa mientras nadie hace nada por evitarlo. El relevo de Greta lo han cogido alumnos del bachillerato internacional del instituto Alfonso X, con la iniciativa Pack the Wrap, que intenta concienciar a la ciudadanía sobre las consecuencias que tienen nuestras acciones diarias; y tres estudiantes de la Universidad de Murcia: Alessandro Isolani, erasmus italiano que cursa periodismo, Alejandra García, futura criminóloga de ascendencia boliviana y Angelica Venturini, estudiante de odontología en su año erasmus. Con ella charlamos un poco el pasado viernes para que nos contara qué reivindican los jóvenes con concentraciones como esta.
PREGUNTA: ¿Cómo nace esta iniciativa para organizar a la mayor cantidad de estudiantes posible y habernos reunido hoy -por el viernes- aquí?
A. Venturini: Yo no pertenezco a ninguna organización. Cuando empecé a
organizar esto y a responsabilizarme empecé hace 15 días. Tomé la iniciativa
por espontaneidad, sola. Solo después, cuando pregunté a la gente: “¿Quién está
interesado en hacer una manifestación por el clima?” Siendo yo una estudiante
Erasmus estoy en grupos de 250 personas también. Así que pregunté en esos grupos y, con mucha sorpresa,
me contestaron en una hora 60 o 70 personas. Eso me dio la motivación para ir
al ayuntamiento a preguntar. Yo no soy nadie. Yo si voy sola no voy a hacer
ningún cambio. Pero si la gente está conmigo sí que lo podemos hacer.
Poco a poco, comencé a trabajar y la gente se fue añadiendo para echar una mano. Esa ayuda mayor fue dada por los otros dos
organizadores: Alejandra García y Alessandro Isolani. Después, otras organizaciones quisieron ayudarnos como
individuos, no como miembros de organizaciones ni representantes. Y nada, hemos
empezado a divulgar entre los institutos y entre los estudiantes
universitarios que, con gran felicidad, puedo decir que somos mayoría y ese era
mi objetivo.
Angelica Venturini, en un momento de la marcha |
Y después todo se desarrollo de manera muy natural, mucho
tiempo, muchos esfuerzos, mucho trabajo, pero al final estoy súper satisfecha
de todo.
P: Primero quiero darte la enhorabuena por todo lo logrado. Y
segundo, preguntarte qué importancia tiene que este movimiento vaya desde abajo hasta
arriba, a los que de verdad hacen la política.
A.V.: Es importante porque así hacemos ver a los gobiernos que
estamos decepcionados por ellos. Nuestra decepción es fuerte
porque no están cuidando de nosotros. Un
gobierno tiene que cuidar de la ciudad, de los ciudadanos, de las personas.
En este movimiento yo agradezco a Greta Thunberg por haberlo iniciado, por ser la voz y haber tomado una responsabilidad tan grande
sobre sus hombros. Y que el movimiento sea desde abajo es importantísimo porque nosotros hacemos ver
nuestra voluntad. Pero también los
gobiernos tienen que escucharnos. Si ellos no escuchan, ¿qué sentido hay?
Nosotros seguiremos haciendo todo, manifestando y todo, para que nos escuchen.
Porque el tiempo se acaba, es poquísimo. Y de verdad lo siento, tenemos que
actuar ahora.
P: ¿Piensas seguir con tus
reivindicaciones, como ha hecho Greta desde hace 30 semanas ya todos los
viernes enfrente del parlamento sueco?
A.V.: Es una pregunta que todos me
están haciendo. No lo sé, de verdad. Estoy teniendo el apoyo de muchas
personas, pero yo he querido empezar aquí, dar el ejemplo. Pero yo lo digo: yo
no soy nadie, una chica de 26 años con muchos ideales. Pero se necesita de la
ayuda de otras personas, organizar esto me costó un montón de tiempo. Faltar a
estudios, y todo eso. Entonces, yo amo lo que estudio, quiero seguir con
eso. Y me manifestaré. Si puedo hacerlo
todos los viernes, yo vengo. Y si tengo que dar discursos, puedo hacerlo, lo
hago con placer. Pero la organización, como la hice hoy con otros dos
compañeros... querría que alguien se hiciera cargo de todo eso. Porque el peso no
puede estar sobre todo una persona, tenemos todos que responsabilizarnos.
P: Los dos tsunamis del siglo XXI que estamos viendo arribar son el feminismo y el ecologismo. Ahora que estamos hablando de ecologismo, ¿qué hace falta para
convencer a aquellas personas escépticas con este movimiento?
A.V.: Información. Cuantas más personas
se informen, más pueden actuar. Yo misma, puedo decir haber vivido en otra
persona toda mi vida. He empezado a hacer de verdad la diferencia en mi pequeña
vida al informarme. Yo leo artículos científicos, que son difíciles de
encontrar en internet. Ahora sé cómo tengo que actuar porque tengo
concienciación. Pero mucha gente no sabe leer en inglés, que es la lengua en la
que están escritos la mayoría de los artículos, y no sabe cuáles son los
artículos verdaderos y cuáles falsos. Hay un montón de fake news. Los gobiernos
tienen que actuar también en eso. Tienen que actuar en una política de
información, no de desinformación. Porque si se sabe, si una persona es consciente,
puede actuar. Somos libres si sabemos. Es importante divulgar de forma sencilla
y accesible para todos. La información debería ser
global. Todos los días se tendría que hablar de eso. Es la prioridad. Hablamos de la vida, es el precio más alto. Y los gobiernos no lo han todavía entendido.
P: Me sorprende, e incluso
diría que me da un poco de vergüenza, que tenga que ser una chica italiana de
Erasmus la que inicie todo este movimiento en Murcia. ¿Un mensaje para que nos pongamos en marcha?
A.V.: Quiero hacer una llamada. De
verdad, todos deben tener en cuenta lo que debemos hacer. Hay que vivir en
salud, todo lo que está fuera de ese contexto es superficial. Lo más importante
es actuar, no hacer algo, sino hacerlo todo.