Pasto
de las llamas
- La primera victoria del Alpacas Balompié tendrá que esperar. Pese a las expectativas generadas hasta el debut, el equipo no pudo lograr sus primeros puntos ante el Promesas Fútbol Club.
- En una liga que se prevé igualada por el parejo nivel de la mayoría de sus participantes, faltaron pegada, acierto y alternativas de juego.
- Alpacas Balompié - Promesas FC: 0 - 1 min. 40.
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Pascual (9), Montoya (5), Martínez (10), Marín (13), Aguado (8), Saura (14) y Colchero (20) |
Siete de inicio:
13. Carmelo Marín (POR), 5. Pablo Montoya, 10. Antonio Martínez (DEF), 14.
Pedro Saura, 20. Oliver Colchero (MED), 8. Julián Aguado y 9. Raúl Pascual
(DEL).
Suplentes:
1. Andrés Cano (POR), 2. Álvaro Parra [CAP], 7. Rafa Pérez-Martínez (DEF) y 14.
Alberto Saura (MED).
Entrenador: Alberto Cárceles
Las ilusiones
despertadas en las semanas previas al debut liguero del Alpacas Balompié, con
entrenamientos duros y charlas de equipo distendidas, permitieron llegar al
equipo con confianza en sí mismo. Dicha actitud se veía reflejada en la
concentración del equipo en los minutos previos al pitido inicial, mientras eran
animados por una hinchada consciente de antemano de un encuentro complicado.
Los verdiblancos controlaron
correctamente y sin sorpresas el partido durante la primera mitad. La dupla
defensiva Montoya-Martínez cumplió bien su trabajo y, sin cometer ningún fallo,
impidió la llegada de los delanteros del Promesas, que no consiguieron dirigir el
balón con peligro al área protegida por Marín en ningún momento.
En el campo contrario,
sin embargo, el juego se desarrollaba atascado y a trompicones. No se
habilitaron salidas rápidas y limpias del balón para Pascual y Aguado, sino que
los balones en las bandas volvían la defensa. Estos toques de seguridad
enfangaron y propiciaron un juego circular que no rompía líneas. Solamente los
balones aéreos supusieron un leve apuro para la defensa rival, lo que hizo que
su guardameta saliera a atajar la pelota en un par de ocasiones. Sin mayor
peligro.
Los jugadores que
empezaron en el banquillo salieron al terreno de juego. El primer cambio se
produjo entre hermanos; Pedro Saura dejo paso a Alberto en el centro del campo,
lo que trajo nueva visión de juego y la oportunidad para forzar un par de
saques de esquina. Rafa Pérez y el capitán, Álvaro Parra, entraban también para
aportar frescura al equipo. Sin embargo, los minutos del reloj del árbitro
transcurrían y las oportunidades no llegaban. En tablas se llegó al intervalo
entre el primer tiempo y el segundo.
Tras el descanso y el
acordado cambio de porteros, Cano salió al campo en una
mitad en la que las llegadas rivales se acentuaron de manera notable. Tanto fue
así que un par de intervenciones del arquero salvaron al equipo de al menos dos
tantos que habrían hecho mucho daño en la moral del equipo.
Pese a los cambios, las
ideas no se renovaban y el equipo empezó a volcarse arriba tras la nueva
entrada de efectivos y su nerviosismo por marcar. Este desajuste propició un
fallo defensivo determinante, ya que fue aprovechado en una contra por el delantero
del Promesas F.C., que anotaba el que sería el único tanto del partido.
La defensa volvió a su
posición inicial con la doble M, que había salido del campo tras el descanso, y
el equipo ya no cometió más fallos en todo el encuentro gracias a sus zagueros,
de los cuales Martínez fue el mejor del partido.
Sin embargo, arriba la
situación era diferente. A la desesperada, el colgar balones al área para que los
pelearan los delanteros del equipo se demostró no ser la mejor opción, pero
tampoco se encontraron –ni plantearon- muchas más alternativas.
Solo dos ocasiones
generaron cierto peligro, y por fallo del rival. Aguado robó un balón a tres
cuartos de campo, lo que propició la contra junto a Pascual, aunque un largo y
mal pase del primero impidió el remate del delantero a bocajarro, que habría
supuesto el empate.
No fue hasta bien entrada la segunda parte cuando, con el partido a escasos minutos de finalizar, el
equipo se lanzó a la ofensiva. Tanto fue así que una falta generada al borde
del área por Aguado en el 36’ fue la ocasión más clara para los locales. Botada
por el mayor de los Saura, el balón fue escupido por el travesaño, que era el
encargado en esta ocasión de evitar las tablas en el marcador.
Un par de saques de
esquina sin mayor peligro que el ¡UY! de los aficionados en las gradas fueron
la nota final a un encuentro en el que el Promesas F.C. logró tres puntos en
este inicio de temporada, que se anima de esta manera. Veremos qué tecla
encuentra el entrenador del Alpacas Balompié, Alberto Cárceles. La próxima
semana lo sabremos.
Ojalá tener post así todas las semanas. Estupendo analisis Fran, mis felicitaciones.
ResponderEliminarGracias amigo, ¡un abrazo!
EliminarBuen reportaje, cronista.
ResponderEliminarMe gusta mucho el reportaje. Seras un buen periodista sin duda. Enhorabuena Fran.
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